Si estás en el proceso de adquirir un vehículo nuevo para tu empresa, una de las primeras y más cruciales preguntas que debes resolver es: «¿Cómo lo voy a financiar?«. Inmediatamente, te encontrarás con dos opciones principales que ofrece el mercado financiero: el crédito automotriz y leasing.
Aunque ambos caminos te permiten cumplir con la adquisición, es fundamental que entiendas que no son lo mismo. Funcionan de maneras radicalmente diferentes y tienen implicaciones legales, contables y, sobre todo, tributarias que pueden beneficiar o afectar seriamente a tu negocio.
Elegir la opción incorrecta puede significar que pagues miles de soles más en impuestos, que inmovilices tu capital de trabajo o que pierdas flexibilidad a futuro. Como empresario, esta no es una decisión que debas tomar a la ligera.
Esta guía está diseñada para explicarte de forma clara y directa las diferencias claves entre un crédito automotriz y un leasing vehicular, y así ayudarte a decidir qué opción es la más inteligente para tu situación financiera y operativa.
¿Qué es un crédito automotriz?
Un crédito automotriz, también conocido como crédito vehicular, es la forma más tradicional y directa de financiar la compra de un vehículo.
¿En qué consiste comprar un vehículo por crédito automotriz?
En este modelo, tú eliges el vehículo y una entidad financiera (banco, caja o financiera) te otorga un préstamo por un porcentaje del valor del vehículo (generalmente entre el 80% y 90%), pagando tú la diferencia como cuota inicial. Desde el primer segundo, el vehículo se inscribe a tu nombre en los Registros Públicos, por ende tú eres el propietario legal del vehículo.
A cambio del préstamo, el vehículo queda como una «garantía mobiliaria» (lo que antes se conocía como prenda vehicular) a favor de la entidad financiera. Esto significa que, si bien el vehículo es tuyo, no puedes venderlo sin autorización del banco hasta que hayas terminado de pagar la última cuota de la deuda. Esta deuda es asumida por ti y pagada en cuotas mensuales (capital + intereses) en un plazo pactado, que suele ir de 3 a 5 años.
Los requisitos para crédito automotriz suelen ser los mismos de cualquier préstamo: deberás demostrar un buen historial crediticio y sustentar tus ingresos. Al comparar opciones, el factor clave en el que debes fijarte es la TCEA (Tasa de Costo Efectivo Anual), que incluye la tasa de interés del crédito automotriz más comisiones y seguros, ya que esta definirá el costo final de tu financiamiento.
Beneficios del crédito automotriz
- Propiedad inmediata: el vehículo es tuyo desde el día uno. Esto te da una sensación de seguridad patrimonial y te permite registrarlo como un activo fijo de tu empresa.
- Simplicidad: es un producto financiero fácil de entender: pides un préstamo, compras el auto, pagas el préstamo.
- Sin límite de kilometraje: al ser tu propiedad, no tienes restricciones de kilometraje ni penalidades por el uso que le des.
- Ideal para personas naturales: es la opción más lógica y común si estás comprando un vehículo para uso personal y familiar.
¿Qué es leasing vehicular?
Aquí es donde el concepto cambia radicalmente. El leasing vehicular, o leasing financiero, no es un préstamo para comprar, sino un contrato de «alquiler con opción a compra». Es una herramienta financiera diseñada estratégicamente para empresas.
¿Cómo funciona el leasing de vehículos?
En una operación de leasing, tú eliges el vehículo que tu empresa necesita. Luego, la entidad financiera (el «arrendador») lo compra a su nombre y te lo «alquila» por un período de tiempo determinado, usualmente 2 o 3 años. Durante la vigencia del contrato de leasing, tú pagas una cuota mensual por el derecho a usar ese vehículo.
El punto clave es que, durante esos 2 o 3 años, el auto no es legalmente tuyo, sino propiedad de la entidad financiera. Al finalizar el contrato, puedes optar por estas tres opciones:
- Devolver el vehículo: simplemente lo entregas y, si lo deseas, puedes iniciar un nuevo contrato de leasing para un vehículo del año.
- Renovar el contrato: extender el uso del mismo vehículo por un período adicional.
- Ejercer la opción de compra: pagar un «valor residual» (un monto pequeño que se pacta desde el inicio, usualmente el 1% del valor original) y transferir la propiedad del auto a nombre de tu empresa.
Si bien el leasing financiero es el más conocido dentro del rubro de leasing en el Perú, también existen otros tipos de leasing, como el leasing operativo, que es un alquiler puro sin opción a compra y que suele incluir los gastos de mantenimiento y seguro.
Beneficios del leasing de vehículos
Los beneficios del leasing financiero son inmensos, especialmente para cualquier negocio que pague Impuesto a la Renta.
- Beneficio tributario: aquí radica la importancia del leasing. Las cuotas mensuales que pagas no se consideran «pago de deuda», sino «gasto de alquiler». Esto permite que el 100% de la cuota (sin incluir el IGV) se vaya directamente como gasto, reduciendo tu base imponible y haciendo que tu empresa pague menos Impuesto a la Renta.
- Uso del crédito fiscal: el IGV de cada cuota mensual lo puedes utilizar íntegramente como crédito fiscal, reduciendo el monto que pagas de este impuesto cada mes.
- Financiamiento al 100%: a menudo, el leasing puede financiar el valor total del vehículo, sin necesidad de que desembolses una cuota inicial, protegiendo así la liquidez y el capital de trabajo de tu empresa.
- Renovación tecnológica: es la herramienta perfecta para mantener una flota moderna. Cada 2 o 3 años puedes renovar tus vehículos, asegurando que tu equipo opere con unidades más eficientes, seguras y con menores costos de mantenimiento.
- Flexibilidad: la opción de compra al final te da la libertad de decidir si te quedas con el activo o lo renuevas.
¿Cuál te conviene escoger?
La decisión entre crédito automotriz y leasing depende 100% de tu perfil y tus objetivos financieros. No hay una opción «mejor» que la otra, sino una «más inteligente» para cada caso.
Un crédito automotriz te conviene si:
- Eres una persona natural sin negocio y compras el vehículo para uso personal.
- Tu objetivo principal es ser el propietario del vehículo desde el primer día.
- No tienes cómo aprovechar los beneficios tributarios (como la deducción de gastos).
- Piensas conservar el vehículo durante muchos años (más de 5 o 6 años).
Un leasing vehicular te conviene si:
- Eres una empresa (RUC 20) o una persona con negocio (RUC 10).
- Tu prioridad es la eficiencia fiscal (pagar menos Impuesto a la Renta y usar el crédito fiscal).
- Prefieres no descapitalizarte con una cuota inicial.
- Te interesa renovar tu flota cada 2 o 3 años para mantenerla moderna y evitar los altos costos de mantenimiento de vehículos antiguos.
- Entiendes que el beneficio no está en la propiedad, sino en el uso del activo.
Como has podido ver, la elección entre un crédito automotriz y un leasing vehicular es una decisión financiera estratégica que puede ahorrarle (o costarle) mucho dinero a tu empresa. Tomar esta decisión requiere un análisis de tu situación fiscal, tu flujo de caja y tus planes de crecimiento.
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